DÍA DEL INMIGRANTE
El 4 de setiembre de 1812, el Primer Triunvirato aprobó el decreto que
ordenaba la legislación y el fomento de la inmigración a nuestro país. Decía
que “el gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de
todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el
territorio”. Así fue como nuestro país abrió sus fronteras a inmigrantes de
todo el mundo que quisieran vivir en nuestro suelo.
También en el Prólogo de la Constitución sancionada en 1853 se hace
referencia a "todos los habitantes del mundo que quieran habitar el
suelo argentino".
"Gobernar es poblar", sostuvo Juan Bautista Alberdi
convencido de que debido a la gran extensión de nuestro país se necesitaban
numerosos habitantes, que en su mayoría llegarían de Europa. Y entonces por
la Ley de Inmigración y Colonización del año 1876 se crea el Departamento de
Tierras y Colonias, que fue el encargado de controlar el asentamiento de los
colonos y repartir los lotes de terreno.
Predominó la inmigración de italianos y de españoles. Aunque también llegaron suizos, franceses, ingleses, alemanes y judíos de Europa oriental.
Tras casi dos siglos de constante inmigración, en nuestro país
conviven en armonía las más diversas colectividades de todo el planeta.
Para recordar con gratitud y respeto a aquellos pioneros que dejaron
su tierra para trabajar en la nuestra se instituyó el Día del Inmigrante,
por decreto del Poder Ejecutivo Nacional en el año 1949.
UN DATO: La Fiesta Nacional del Inmigrante se celebra
todos los años en Oberá, Provincia de Misiones, desde 1980. Esta bella ciudad
fue fundada en el año 1928, recibiendo inmigrantes de muchas colectividades:
franceses, suecos, noruegos y alemanes primero y luego suizos, españoles,
japoneses, polacos, rusos, ucranianos, brasileños y en forma más reciente
árabes. Es un crisol de razas que conforma una comunidad de gran riqueza
cultural. Cada año, en la Fiesta Nacional del Inmigrante, cada colectividad
muestra lo que les pertenece: comidas, ropa, música, etc.
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